Susana Sanz / @placeresymas
¿Te gustaría combinar gastronomía y arquitectura romana? ¿Te apetecería comer en el interior de un arco romano con 2.000 años de historia? En tu próximo viaje a Mérida puedes hacerlo. ¿Quieres saber dónde y cómo?
Los propietarios del restaurante “A de Arco” han rehabilitado una de las casas históricas construidas junto al Arco de Trajano, con la intención de convertirlo en uno de los lugares de obligada visita para disfrutar de la gastronomía.
Antes de entrar, te recomiendo que contemples la majestuosidad de este arco. Después transpásalo. A la derecha encuentras el restaurante. Entrar es vivir una lección de historia y descubrir cómo nuestros antepasados ya reutilizaban todo lo que encontraban.
En el bar, la primera sorpresa. A la derecha encuentras el lienzo de sillares romanos. Es el interior del Arco de Trajano reutilizado como pared del edificio durante siglos. Aquí, las piedras hablan; indican los usos que tuvo el edificio.
En el resto de inmueble, donde te puedes encontrar cualquier día con profesionales de la arqueología y la arquitectura mostrando la estructura y la rehabilitación que se ha realizado con un cuidado y un gusto exquisito, descubres otras puertas con varios siglos de historia y enclaves con un encanto especial.
Probablemente el primer atractivo para la clientela fue conocer el sitio. Además, los camareros son muy amables e invitan a recorrer todo los rincones. Después, el servicio y la calidad terminó de conquistar a sus incondicionales.
Hablando en sí de placeres culinarios…..aquí puedes degustar una amplia variedad de vinos extremeños y de las mejores denominaciones del país. Lo puedes acompañar en el bar o en la terraza con interesantes tapas y raciones que combinan los sabores tradicionales de Extremadura con lo más nuevo de la gastronomía. Además, puedes participar en las actividades de cata que habitualmente celebran.
En el comedor del segundo piso, también junto al lienzo del arco romano, puedes degustar su carta. Tiene reducidas dimensiones, pero sus platos son muy interesantes. Por cierto, el comedor es pequeño así que es recomendable reservar.
Espero que esta sugerencia te ayude a vivir intensamente tu viaje a Mérida. Ya sabes, la felicidad está en disfrutar de esos pequeños placeres.